– Ya he hecho mi primer chapuzón de la temporada. En Benicassim. Y sí, estaba muy fria.
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– Por fin he visto el corto «La Aventura de Rosa» (del que hablé hace poco), y hay que decir que está muy muy muy chulo. A parte de una historia divertida y bien ejecutada (siempre deseé decir algo así) los actores están perfectos en sus personajes y la elección del reparto es muy, muy acertada. Supera prejuicios en unos casos (ya sabes) y en otros sorprende que, una elección que parecía meramente friki-fan (esa voz) tuviera una importancia tan directa en la historia. Me gustó mucho, vaya, desde los créditos (me encantaron) hasta el final.
Ahora lo que me quedan son las ganas de verlo en pantalla grande, aunque seguro que en muchos festivales tendremos la oportunidad. Habrá que seguir con lupa a esta madrileñita, Ángela Armero… Bueno, ni que se fuera a librar de esto, de todas formas, ja! Ya la tenemos calada desde hace tiempo.
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– Me he comprado un sillón de trabajo nuevo. ¡JA!. Pero no un sillón así nada más, no… ¡Un señor sillón! En IKEA, sí, pero oye, cómodo, cómodo, cómodo.
Meses atrás, cuando mi antigua silla cutre de dos duros estaba ya pidiendo jubilación a gritos, dudé entre este sillón y otro «intermedio tirando a cutre». Opté por el segundo y me arrepentí. La excusa era: «Total, no paso tanto tiempo en casa».
Pero claro, ahora la situación ha cambiado: Me paso el día en casa, y usando la silla. Así que decidí invertir en mi entorno laboral y oye, encantado.
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– Me he enterado de que el proyecto para el que trabajo (del que me estoy encargando de desarrollar los guiones, el formato ya estaba hecho) no ha ganado finalmente el premio Rose D’Or de formatos de televisión, que al parecer es muy importante (yo es que de esto controlo poco).
Pero bueno, como siempre se dice «la nominación ya es un premio». A ver si le da un empujón al tema, que tengo ganas de ver en la pantallita las tonterías en las que voy perdiendo el tiempo, hombre (y que han pagado el sillón de IKEA, que no sé si os lo he dicho, pero es la pera).
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– He descubierto que la idea que tuve hace ya casi 4 años de abrir un blog es una de las mejores de mi vida. La cantidad de gente que he conocido, estupenda y genial que ha cambiado mi vida es abrumadora y casi no me lo puedo creer. Ayer por la noche cenaba con muchas de ellas. El fin de semana que viene, con otras muchas más. Y los que me gustaría pero no están tan cerca… Hay cosas que te dejan estupefacto.
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– A colación de esto: He descubierto que soy muy bueno jugando al Buzz (dejo esto a modo de pique…)
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– He descubierto que las gatas se parecen mucho, muchísimo a sus dueñas. ¿O es al revés? No lo sé, pero vamos, lo descubro cada día que pasa.
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– He descubierto que, de repente, en este trabajo, en esta casa, en esta vida, ahora, soy feliz. Gracias.
En esta extraña semana de hablar de cosas de los demás, creo que es de recibo el aprovechar el blog a modo de tablón de anuncios y comentar dos eventos de los que dan envidia, cada uno a su nivel.
La envidia es, como siempre, porque son cosas que me gustaría hacer y que no he hecho. Y ellas sí, y encima son majas, guapas y les da tiempo a hacer muchas otras más y a uno le dejan en mal lugar.
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La primera de las reseñas es sobre un corto. No, no yo. Un corto de cine. Un cortometraje, vaya. Se llama «La Aventura de Rosa» y no, no trata sobre la travesía en el desierto de la cantante de «Europe’s Living a Celebration» hasta perder esos kilitos de más, no. Se trata de la historia que Ángela Armero escribió, que ganó un concurso de proyectos del Festival de Cine de Medina del Campo y que por tanto, este año ha convertido ya en celuloide (como directora) presentándolo en ese mismo certamen (hace unas semanitas) con gran algarabía. Este es el cartel:
Y este el reparto majo en la presentación del corto (la rubita es la dire):
¿Y de qué va? Pues que os lo cuente el trailer…
Me gusta la idea de los libritos de «Elige tu propia aventura», de los que Ángela ha sacado la inspiración para elaborar esta historia. Yo era un gran seguidor del género en mis años mozos y devoré multitud de ellos, que tenía mi hermana. Recuerdo hasta que sacaron una colección igual pero para más críos aún (eran azules y no rojos) de los que también pillé algunos, e incluso que el fenómeno se copió para novelitas de igual formato pero protagonizadas por heroes de la Marvel como Lobezno, Spiderman, Daredevil, etc… Y por supuesto, también los leí.
Uno ya tiene ganas de ver el resultado de toda esta aventura de Ángela, porque ese uno no pudo ir a Medina. Pero como ese uno ya es fan declarado de sus mini-cortos youtuberos, sabe que este le va a encantar.
Es una pena porque, de haber ido, podría contar mil cotilleos absurdos sobre famosos y cine, pero nada, no tengo más material al respecto. Si acaso que los que fueron sé que se lo pasaron muy bien (excepto Perea que debe tener la muñeca dislocada de tanta firmita). A ver que ha hecho la amiga Ángela con Vigalondo y Perea (Perreaaa), con su amiga Alba y con colaboraciones tan geniales como la de ESA voz en Off. ¡Fraiser! O bueno, su voz: Antonio Esquivias. A sus pies, Ángela, por este puntazo.
Si queréis más información sobre el corto, pinchad aquí que hay un articulito majamente escrito en Soitu. Y si queréis más información sobre el corto y a la vez sobre la interesante directora, más maja que nada, pinchad aquí (o haced pupita, que le mola más decir a ella) y visitad su blog resucitado, que no oso arrepentiréis. Si decís que vais de mi parte, habrá copas de yate para todos…
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Y la segunda de las reseñas y no por ello menos importante, es sobre un libro. Y es que el lunes pude asistir agradecidamente invitado a la presentación en sociedad del libro: «Mujeres de Culebrón«, de Almudena G. Páramo.
El librito narra las desventuras y aventuras de esas mujeres que han protagonizado los culebrones más famosos de la tele, cuyas vidas son aún más interesantes (al parecer) que las de sus personajes. La autora nos contó en la presentación algunos de los «casos» expuestos (en concreto, Thalía y Verónica Castro) con esquemas en pizarra y todo y la verdad, resultaban curiosos por lo estrambóticos que eran. Incluso para alguien como yo, que no tiene ni idea de quien narices son esas personas, resultaban atractivos. Bueno, exagero, sí sé quienes son muchas de esas personas que protagonizan el libro, pero más por lo que me suenan los culebrones que por sus azarosas vidas. Que, por cierto… ¡vaya vidas!
Así que Almudena, que últimamente no para de publicar libros en un ataque de Cesarvidalismo loco provocado por la decisión de la editorial de publicar todo a la vez (no porque los escriba todos juntos y lea en el water, como dice el Vidal en una entrevista que destrozó mi salud mental al imaginar la escena) ha reunido esas historias y ha escrito este libro ameno, divertido y cachondo que ayer, ojeando, vi que tenía muy buena pinta. Espero confirmarlo en breve.
Para los que quieran más información sobre el libro, les invito a que pinchen en esta entrevista digital con la autora que tuvo en el diario 20 minutos. Y para los que quieran más información sobre la autora, les invito a que hagan pupita aquí, para ir a su interesante blog: «Los Papeles de la Tele«. Allí además encontraréis información sobre algunos de sus otros libros, uno de los cuales, da título al blog y que recomiendo a todo aquel que quiera meterse a investigar el mundo del guión en programas, ese gran desconocido. Y vamos, de la tele en general. Un gran acierto editorial, oye.
Respecto a la presentación del libro, bueno, pues supongo que lo habitual en estos saraos (no voy a muchos). Fue en el Hotel Wellington, todo muy distinguido y dorado, copas de cava y canapés, me encontré con amigos (David Botello, un ex-jefe que traspasó esa categoría para derivar en la de amigo), conocidos (gente de otras productoras, con los que vas coincidiendo por la vida) y algún famosillo.
Entre ellos, Luis del Val que presentaba el libro con su habitual verbo, el mismo que usa en Hoy Por Hoy (el mismo que, personalmente, a veces me cansa, pero bueno, es un gusto personal). Y por supuesto, la familia de la autora, que son majos majos a más no poder (como ella). Mención especial para Luis, su marido, que me dejó de piedra al entrar en la sala y referirse a mi con un (ya temido): «Tú eres Galahan, ¿no?». Cualquier día alguien lo dice antes de una leche y ya verás…
Eso sí, el anecdotario del evento, lo dejo en manos de unas verdaderas expertas que coincidieron en el evento con servidor. Sí, ellas. Las Ruvis más tremendas de las blogosfera tomaron nota (y cervezas, también tomaron cervezas) de todo lo que allí ocurría y encima, lo han puesto aquí. Madre mía…
Lo que decía: Envidia me dan, todos estos que tanto se mueven. ¡Que siga así!
Y esto trata de
Un guionista hablando sobre el mundo de Guión, Cine, Televisión, Cómics, Música y cualquier cosa que venga a cuento, la verdad.
En las Ondas... ¡Escucha!
Intervenciones en el programa "El Vermucito", de Radio Vitoria (EiTB).
Domingos de 13 a 14 horas
Acaban de pasar…